El domingo fui hasta la localidad cacereña de Navalmoral de la Mata para correr en la estupenda media que organizan con mucho mimo los amigos del club Navalmaratón. Una media llena de detalles organizativos que demuestran lo mucho que se implican desde el club para que los corredores quedemos contentos.
Yo llegaba a la misma con muchas dudas porque las sensaciones entrenando no habían sido buenas y la carrera el domingo anterior en Cantimpalos había salido rana. La verdad es que iba poco motivado porque sabía que no me encontraba bien. Prueba de ello es que dormí como un tronco la noche anterior y que durante el camino en lo último que pensaba era en la carrera. Incluso, se me olvidó quitarme la camiseta interior de algodón blanca de toda la vida y corrí con ella. La uso debajo del pijama, pero como llevaba una camiseta encima no me acordé que la tenía.
Junto a Luismi, que se salió con 1h14' en un recorrido durete. |
Se da la salida y desde el principio veo que el ritmo de cabeza es demasiado. Voy los primeros kilómetros a 3'40'' y el pulso ya va por encima de 170. A partir del km 3-4 me empieza a pasar gente (mala señal,¡es muy pronto!) y es porque el ritmo ha bajado a 3'45-3'50. Yo ya me conozco estas sensaciones de otras veces... como no regule bien al final las voy a pasar canutas, el tío del mazo me tiene en su lista.
Van pasando los kilómetros y más o menos aguanto el tipo sin sufrir mucho. No me adelanta mucha gente. Paso los 10 km en 39'. Voy con la esperanza de poder mejorar en la bajada de vuelta a Navalmoral, pero cuando ésta llega los kilómetros van pasando factura y sólo puedo ir a 3'5x en bajada. Para rematar, los tres últimos kilómetros ya son penosos, llanos por el pueblo y a 4'2x'' totalmente pinchado.
CLASIFICACIÓN Tiempo de 1h23'54'' para 21070 metros (4'00'' de media). Puesto 32º de 372 llegados a meta.
Conclusiones: Así como en los últimos maratones tras finalizarlos he tenido una supercompensación y he estado bien de forma 2-3 meses, esta vez no ha sido así. Al principio lo achacaba al cansancio del maratón, pero ya ha pasado bastante tiempo para recuperarme muscularmente y seguimos igual. Quizá influyó el resfriado que pillé tras Donosti, pero tampoco lo sé a ciencia cierta. Los periodos post-maratón son muy
traicioneros.
Lo que está claro es que las pilas las tenía llenas en San Sebastián y ahora están gastadas. Toca descansar un poco esta semana y empezar de nuevo a cargarlas a partir del jueves con paciencia. Me había apuntado a la San Silvestre Vallecana Internacional con la idea de llegar muy fuerte con la preparación maratoniana detrás... pero me parece que el sub 34' va a ser imposible.
Por último, deciros que no estoy para nada triste ni desganado. Ya dije que el maratón salió tan bien que ese resultado por sí solo me bastaba para dar por buena esta temporada. Pero tampoco se puede vivir del pasado, necesitamos nuevos retos para superarnos.
Y nada más, os deseo unos felices fiestas a todos.
Un abrazo.